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domingo, 17 de noviembre de 2013

Escaparates Navidad Galerias Printemps: Noël au Chàteau.

Puede que penséis: ¿estamos en el 2013 y nos muestra las Navidades de hace tres años?... Es cierto, pero..., lo realmente bueno nunca tiene fecha de caducidad. Así que espero valga la pena este post y os llene de entusiasmo tanto como a mi.

En el 2010 la bien conocida galería parisina Printemps inaguraba las Navidades con unos escaparates recreados en el interiorismo de un castillo; de ahí el Nöel au Chàteau -Navidad en el Castillo. Como siempre, la apertura del telón navideño fue digna de un espectáculo de alfombra roja, aunque siendo en París, podríamos decir alfombra fuxia, porque París es así, diferente.

En esta ocasión Printemps contó con la colaboración de dos grandes artistas; por una parte Alber Elbaz, director creativo de la firma Lanvin, y por otra Thierry Poncelet, pintor y restaurador.

Thierry Poncelet, nacido en Bruselas en el año 1946, proviene de una familia aristocrática. Estudió Bellas Artes en la academia de San Lucas y restauración pictórica con Max Massot. Es reconocido a nivel internacional por sus "Aristochiens". Todo empezó un día que tuvo que restaurar un retrato antiguo de una señora. Le pareció tan poco agraciada que al ver a su perro pensó que era más atractivo. Creó un nuevo retrato con el cuerpo de la mujer y la cabeza de un perro a modo de gracia y a partir de ello le empezaron a llover los encargos. Curiosidades de la inventiva artística. Printemps quiso conmemorar su trabajo exponiendo sus retratos en las recreaciones de sus escaparates al tiempo que ponía a la venta sus cuadros. Vamos ahora a ver una muestra de la exposición.

Retratos de los Aristochiens de Poncelet

Al mismo tiempo Printemps, bajo la supervisión de Alber Elbaz, nos ofrece una exquisita muestra de la puesta en escena de otras firmas como Valentino, Yves Saint Laurent, McQueen Balmain, Cavalli Lanvin y Nina Ricci, recreando el estilismo del siglo XVIII.

Para todo ello se montó el evento con una impresionante performance anunciada a bombo y platillo, creando la expectación y admiración de todo París, turistas incluidos, claro.