miércoles, 23 de noviembre de 2011

ERRORES A EVITAR EN EL ESCAPARATISMO III


En esta segunta parte de "Errores a evitar en el escaparatismo", quiero empezar dejando claro que bajo ningún concepto se trata de hacer una crítica destructiva, negativa ni con alevosía sobre las imágenes de los escaparates que os voy a mostrar. Las he sacado de Internet de un modo aleatorío buscando en ellas la posibilidad de mostraros de un modo didáctico y sin ánimo de ofender a nadie, todo aquello que debemos evitar si queremos realizar un buen escaparatismo.
Si habéis tenido ocasión de leer mis anteriores posts, ya sabréis cual es la diferencia entre hacer un escaparate y realizar escaparatismo.
No obstante, para iniciar la siguiente presentación, repasemos lo fundamental:

Arreglar un escaparate con productos no es más que una exposición realizada con más o menos gusto pero sin técnica alguna; sólo existe la inspiración o intuición que el autor quiere o puede aportar.
Insisto pues en:
Colocar género en un escaparate con más o menos gracia no es hacer escaparatismo.

Escaparatismo es un arte trabajado con técnica artística, creativa y marketing con connotaciones subliminales que ayudan a vender y a hacer un producto atractivo.
Un buen escaparatismo nos puede hacer disfrutar visualmente del mismo modo que lo podamos hacer en un museo, disfrutando de una obra de Degas, o concebir sensorialmente las mismas emociones que nos transmite una puesta de sol.
Escaparatismo es transmitir emociones.

Dicho ésto, como bien se dice, una imagen vale más que cien palabras. Os invito ha hacer un ejercicio creativo:
 Vamos a imaginar que estamos en una calle. La vamos a llamar C/ Virgen del Olvido s/n. sita en la ciudad Sinley, país indeterminado.
Disponemos de un buen presupuesto para gastos de regalos navideños, y ahora... vámonos de compras.
Como me ha tocado ejercer de guia de ciudad, os voy a ir indicando los errores cometidos en cada escaparate y que desmerecen el producto que nos ofrecen.



El primer establecimiento en el que nos vamos a detener es una tienda de ropa de hogar y ropita infantil. Un pequeño comercio donde encontraremos un sin fin de artículos. Nos fijamos desde la calle en su escaparate y vemos lo siguiente:
Un escaparate lleno de productos sin agrupación. En él no se ha tenido en cuenta la importancia del espacio vacío, el peso visual, el equilibrio basado en la ley de la romana -balanza de peso antigua-.
Un escaparate donde, teniendo fondo, se coloca no obstante la típica rejilla (lo soporto todo) la cual resulta muy útil para colgar un sin fin de género.





Aquí tenéis un detalle del uso de la rejilla. El planteamiento general que me suelen hacer los alumnos cuando les pregunto el por qué de la parrilla es: Me separa y así me caben más cosas. ERROR, ERROR, como si de un anuncio de televisión se tratase. Sigamos paseando.






Ahora nos paramos en una tienda que, desde fuera, parece bonita. Veamos qué podemos analizar en lo que vemos:
Yo veo un producto bonito, al menos, a mí me gusta. La tienda parece bonita. Tambien me confunde, no veo. ¿Dónde termina el escaparate, dónde empieza la tienda? Es decir, un escaparate sin fondo no delimita espacios y distrae la mirada del viandante. ¿Queremos lucirnos con el producto o por lo contrario queremos mostrar la tienda? Ante ello, yo prefiero un escaparate totalmente hermético, ya veréis más adelante el por qué. No obstante, para no ser demasiado rígidos, podríamos buscar un punto intermedio: Un escaparate semicerrado, pero nunca una parrilla o celosía como la que hemos visto anteriormente. Sigamos andando, que hace frío.




Bueno, bueno, bueno. ¿ Qué observamos aquí? Indudablemente, en este tipo de establecimiento - casi exclusivo de las zapaterías- no pretenden ni por asomo hacer un buen escaparatismo. Aquí vemos una exposición de calzado. En realidad, en las zapaterías se muestra más calzado en su escaparate que en su interior. El exterior forma parte de la tienda. Resulta muy práctico. Solo hay que colocar el calzado llenando los escalones y ya está. Señoras y señores, todo esto es lo que hay en mi tienda.

Sigamos andando por la C/ Virgen del Olvido nº 4



Esta tienda me gusta. Vamos a detenernos en ella. El genero es monísimo. Miradla bien. Uno de los ejercicios que suelo hacer con mis alumnos cuando salimos a ver escaparates es el siguiente. Vamos todos a fijarnos durante cinco minunos en él. Os dejo un instante y luego hablamos.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
A ver, pregunta del millón: ¿tu que has visto?
Unos me diréis: yo un pastel de chocolate. Otro me dirá: yo uno de chocolate y otro de fresa. Otro me dice: yo una cesta de flores muy bonita. Otro: yo, un peso y una botella de aceite aromático... y así sucesivamente.
¿Que sucede? ¿Todos hemos mirado el mismo escaparate? Normalmente, somos capaces de recordar, dos, tres, cuatro y hasta cinco objetos. Lo que está claro es que durante cinco minutos de observación, que no es lo mismo que deleitarse ante un producto; cada uno de nosotros hemos sido atraidos por aquello que más nos gusta, o que en un momento dado podamos necesitar.
Pasando el ejemplo a otro ejercicio que suelo hacer en clase:
Os doy a ver una revista, pongamos por ejemplo VOGUE, simplemente porque hay un gran surtido de objetos. Cuando terminéis de ojearla, cada uno de nosotros habremos fijado todo nuestro sistema sensorial en aquello que más nos atrae o que podamos estar pensando en adquirir. Unos se habrán fijado más en la decoración, otros en los complementos, otros en las pasarelas de moda y otros en las imágenes fotográficas de un prestigioso profesional.
No todos vemos ni percibimos lo mismo. Nuestro cerebro es muy selectivo a la hora de seleccionar imágenes y no tiene capacidad retentiva para tantas - porque no solemos ejercitarla-.
No por mostrar más se ve más. Cuantos más productos en el escaparate, menos vemos. Esto es más largo de explicar, pero me parece que de momento ya es suficiente. Iremos profundizando en todos los temas pero poco a poco.




Una pastelería: seguimos viendo estantes para exponer productos. Aprovechanos la visita y nos tomamos un bocadito.

La foto no es muy nítida, mejor, así mantenemos el anonimato y discreción del establecimiento.

En la C/ Virgen del Olvido tenemos todo tipo de establecimientos. Aquí tenemos una joyería de esas de toda la vida. Me recuerda la exposición de calzado que hemos visto en la zapatería. Soy incapaz de fijar mi mirada con tanta oferta. No obstante, nadie puede decir que aquí no hay mercancía.



Una pequeña boutique infantil con una ropita monísima. Aquí, igualmente, también vemos que el género está totalmentes esparcido en la base. Apenas queda espacio libre para nada más. Las alturas las han conseguido gracias a unos estuches muy bonitos, pero no es ésta la función de la caja. Tambien podemos observar como las prendas del perchero sirven de fondo de escaparate, pues las imagenes se funden.


Una tienda de ropa juvenil. Seguimos viendo como el espacio del escaparate se ocupa todo. Aparentemente se ve ordenado, pero al abrir el género de parte a parte no captamos de un modo eficaz la atención del que visualiza. Debemos de agrupar para que en un solo golpe de vista demos toda la información de un modo rápido y sencillo.




Aquí podemos ver una exposición de calzado puro y duro. Ya no podemos hablar ni tan siquiera de decorar escaparate. Estamos viendo una presentación de mercancías a la antigua usanza.



Otra de mis espinillas en los escaparates: telas dejadas caer para conseguir alturas y al tiempo creer que la tela decora. Uno de los gremios que más utiliza estas presentaciones, salvando algún que otro establecimiento, es en especial el sector de hornos y pastelerías. Durante años he impartido cursos formativos en diversas ciudades para los gremios de horneros o reposteros. Nos lo pasamos muy bien, yo los pongo verdes y ellos se lo toman a bien.
¿Por qué soléis hacer esto casi todos? La respuesta: Porque no sabemos cómo darle altura al género y así, con unas cajitas o peanas, conseguimos lo que necesitamos. La tela tapa el truco y nos decora.

Resulta muy divertido el primer día de clase, cuando les enumero todo lo que no deben hacer y ellos cumplen todos los requisitos de todo lo contrario a lo que implica hacer escaparatismo.
Empezamos dando un toque irónico y gracioso. Es importante reírse de uno mismo para tomarse las cosas con humor y luego aprender.
Me gusta mucho la frase : " Desaprender para aprender"
Nada más cierto. Todos podemos cometer errores en campos que no son de nuestra disciplina; lo que no tiene disculpa -en mi modesta opinión- es tener un establecimiento y no documentarse, informarse o formarse para defender dignamente nuestro medio de vida. No es suficiente entender y ser buenos profesionales con el producto que queremos vender. Un cliente, antes de serlo, es un desconocido que ha pasado por nuestra acera y ha tenido que detenerse a ver el escaparate.
Vuestro escaparate es el comercial que tienes en nómina. Trabajará para nosotros dependiendo del trato que le ofrezcamos. Cuantas más horas extras haga al mes, más rentable nos resulta su nómina.
Sigamos pues con el paseo.




En este otro espacio en el que nos hemos detenido del nº 11 C/ Virgen del Olvido, podemos observar, además de la tela con sus alturas camufladas, un tópico de lo se suele hacer en los escaparates cuando en una población determinada están en fiestas. No importa si nacional, local o comarcal, incluso en las fiestas de barrio, solemos caer en lo mismo. No todos, pero sí muchos. Me explico:
 Aquí en Valencia, en fallas, solemos ver en los escaparates banderas, petardos, un marco con l,a foto de la fallera del barrio... Si son fiestas en Madrid, podremos ver algo similar en Sevilla, más de lo mismo -enumero estas ciudades aleatoriamente-. Si estamos en un pueblo cualquiera de cualquier rincón de España (no hablaré ahora del extranjero), acabamos cometiendo los mismo tópicos.  No sé si por patriotismo, o por cualquier otra razón; no entraré en detalles para no entrar en polémicas, sólo me remito a los hechos observados a lo largo de mis viajes por toda España impartiendo formación. Por mi experiencia e intercambio de conocimientos con mis alumnos, sé que se trata de falta de formación. Cuando veo estos escaparates, creo que en el siglo XXI seguimos ofreciendo una imagen de peineta y de toros.
Siempre hay excepciones -que no se me ofenda nadie-, pero si ponemos en la balanza, en un lado lo que hacemos bien y en el otro lo que hacemos mal, ésta se decanta por la parte negativa.
Sigamos viendo que nos encontraremos en la siguiente parada.



Ahora vemos una muestra de como el producto está dejado caer con la simple intención de exponerlo sin otra lógica que la de ocupar todo el espacio que tenemos del modo más fácil y rápido que podriamos mostrar. Es una pena que unas prendas tan bonitas no estén debidamente cuidadas con esmero.


Esta presentación ya la conocemos, más de lo mismo.


No tengo palabras para expresar la pena que me da ver las prendas simplemente dejadas caer.




Sin comentarios.



Como hasta ahora hemos podido observar, no es una tienda o un producto determinado lo que se usa del mismo modo. Todos los escaparates acaban cometiendo los mismos errores. Aquí vemos como para aprovechar bien el espacio, aprovechan el fondo y las paredes de los laterales para seguir ampliando su exposición.


Bien, aquí prefiero no hacer comentarios, pensad vosotros qué os transmite.

 

 

Un ejemplo de un producto bonito, un detalle decorativo gracioso - la jaula- y esparcido por todo el espacio para que se vea más y más lleno, craso error.
Parece que hemos llegado al final de la calle. Es ahora cuando os invito a repasar la fotos que hemos visto y a que me digáis si las imágenes pasadas virtualmente a la C/ Virgen del Olvido os han motivado, os han gustado u os han incitado a la compra.
Yo lo tengo claro. Cuando paseo por la calle, me alegra ver escaparates bonitos que me sorprendan para pararme a deleitarme con ellos. Luego, si han logrado su objetivo, entro en el establecimiento, curioseo y si me apetece o necesito adquirir un detalle, simplemente lo compro. Ah, señoras y señores, una vez dentro, estamos viviendo otra experiencia: el interiorismo o la atención al público que allí se me va a ofrecer. Pero éste es otro tema.

Hagamos un repaso de lo que debemos evitar:
NO A:
-ESCALONES, ESTANTERÍAS, CAJAS, PEANAS
-TELAS PARA DECORAR O CONSEGUIR ALTURAS
-ESPEJOS
-ESCAPARATES SIN FONDO SI SE PUEDE EVITAR
-ESPACIO LLENO  ESPARCIENDO EL PRODUCTO O LA DECORACIÓN
-EXCESO DE DECORACIÓN
-PARRILLAS O CELOSÍAS
-LUCES DE BAJO CONSUMO
-MALA ILUMINACIÓN - MUCHA O POCA-
-TÓPICOS CON POCO ESTILO SIN CONFERIRLES PERSONALIDAD
-USAR COLORES SIN SABER DE SU ASPECTO PSICOLOGICO
-DEJAR CAER EL GÉNERO SOBRE LA BASE SIN MIMARLO
- CAMBIARLO CADA ESPACIOS DE TIEMPO DE MÁS DE VEINTE DÍAS
-NO DISPONER DE UN PRESUPUESTO PARA CADA CAMBIO
-NO PREPARAR LAS CAMPAÑAS DE CAMBIOS CON ANTELACIÓN
-NO FORMARSE EN ESCAPARATISMO

Espero que después de post algunos sigáis siendo amigos míos, jeje. No es mi función halagar a nadie que no se lo gane. Mi obligación como formadora y profesional es ayudaros en lo posible. Siempre que la ocasión lo permite, me gusta gratificar  el trabajo bien hecho del mismo modo que debo asesorar cuando os estáis equivocando.

En el siguiente post, voy a mostraros ejemplos de un buen escaparatismo.
Para que no os quedéis con un mal sabor de boca. Os dejo una imágen de escaparatismo gracioso, sencillo y muy creativo.

Escaparatismo de joyería
Hasta luego.





2 comentarios:

  1. Me ha gustado un montón, y lo de la tela en las reposterias es total!!
    Enhorabuena
    Besos
    Chufas

    ResponderEliminar
  2. Hola Chuf´as, jeje. Me alegro que te haya gustado, ya sabía yo que el escaparate de la pastelería te gustaria. ¿Te imaginas tus Cakes así??? pues yo nooo. Un abrazo.

    ResponderEliminar